miércoles, 21 de enero de 2009


La terrorista.
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Sevilla, Noviembre 2008. ....Nº 65.
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Sólo Dios sabe dónde han ido a parar las otras partes de mi cuerpo. Desde luego no os importa a vosotros. Ni a mí, la verdad sea dicha. A mí me importan tres únicas cosas: mi ideología, mi pasamontañas y cómo quitarme este maldito disco magnético, que me parece que me tienen fichada.
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3 comentarios:

v.vicens dijo...

El caso es que bajo ese pasamontañas se esconde una dulce mujer-maniqui de lindos ojos con una mirada que se pierde en el horizonte.
La verdad es que no cuela de terrorista....
No quiero pensar lo que ha pasado con el resto de su cuerpo quizás este arramblado en el almacen de la tienda.
Besitos guapa.

Pau dijo...

Sí, una terrorista puede esconder una mujer (parcialmente) dulce y perdida, equivocada, enamorada quizás... esta sí...

Romayris dijo...

Y también debajo de ese pasamontañas se puede esconder un ser sin sentimientos y cruel, bueno hay que dejar abierto el abanico de posiblidades porque detrás de todo lo que se ve está lo que no se ve.

Saludos