Los hombres que vinieron del siglo 22 e intentaron darnos su mensaje, cosa que no consiguieron porque confundieron una bola de navidad con un micrófono.
Sigo queriendo a mis viejos amigos los maniquíes, con su humor y su horror, con sus tragedias y sus tonterías, sus miradas, sus filosofías y, sobre todo, su voz. Hace años que no posteo, pero voy a volver durante un tiempo. En breve. ¡Hasta pronto!
2 comentarios:
Y es que le relaciones humanas, aun en el futuro, a veces fracasan por problemas de comunicación.
¡Qué lástima!
Besazos, guapa.
Y estos serán más incomprensibles que la media, digo yo...
Un beso Elena!
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